Constructores de paz y fermento de unidad: dos peticiones del Papa León XIV

El primer saludo del nuevo Papa al asomarse a la Plaza de san Pedro en la tarde del 8 de mayo nos pone en la pista de la Paz. Dijo: “¡La paz esté con ustedes!” A continuación, recordó que desear la paz fue el inicio del mensaje de Jesús resucitado, el domingo de Resurrección, a los discípulos. Y prosiguió: “Yo también quisiera que este saludo de paz entrara en sus corazones, alcanzara a sus familias, a todas las personas, dondequiera que se encuentren, a todos los pueblos, a toda la tierra. ¡La paz esté con ustedes!”.

El lema papal escogido por León XIV nos indica el camino de la unidad: “In illo Uno, unum”. Es decir, “En aquel Uno, uno solo”. En Cristo, que es uno con el Padre y el Espíritu Santo, todos los cristianos somos uno con Él. Con palabras del Papa, “es una expresión de san Agustín de Hipona que recuerda que también nosotros, aun siendo muchos, «en Aquel uno —o sea en Cristo—, somos uno» (Enarr. in Ps., 127,3). Nuestra comunión se realiza, en efecto, en la medida que convergemos en el Señor Jesús. Cuanto más le somos fieles y obedientes, más unidos estamos entre nosotros”[1]. El origen y causa de unidad de los cristianos es la unión con Cristo.

Por eso, en esta charla, al mes de la elección de León XIV (8 de mayo), voy a tratar de esas dos peticiones: ser constructores de paz y fermento de unidad. Pero, antes…


[1] León XIV, discurso a las delegaciones ecuménicas e interreligiosas convenidas para el inicio del ministerio petrino (19.05.25).