Alegría, humor y cerebro

No es lo mismo la alegría que el bienestar corpóreo, situación ésta que también se da en los animales. La alegría no es la del “animal sano”. Tampoco consiste en tener “salud, dinero y amor”. Es algo más profundo.

Dan alegría la sinceridad, la generosidad, el tener hijos, el dedicar tiempo a la familia. Es aprender a disfrutar de las pequeñas y cotidianas cosas de la vida, como la conversación, el descanso, la amistad, el trabajo, una buena lectura, etc.

La alegría no tiene que ver con el dinero de que se dispone, pues a medida que los ingresos aumentan, se multiplican las aspiraciones materiales y  los niveles de felicidad incluso pueden descender.

Los casados son, en general, más felices que los solteros; quienes se separan o enviudan son menos felices.

La alegría y la tristeza no van en consonancia con el prestigio, el dolor, o  la enfermedad:pues  no es lo mismo la felicidad que lo que produce felicidad.

La tristeza es la mayor aliada del “enemigo”.

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